Revolución Industrial: La dieta del miedo

Revolución Industrial: La dieta del miedo

La Revolución Agrícola es uno de los acontecimientos más controvertidos de la historia del ser humano. Sin duda supuso una transformación completa en la organización de la sociedad. Hay quien opina que constituyó el punto de inflexión a partir del cual el sapiens se despidió de un estilo de vida en comunión completa con la naturaleza, para abrazar progresivamente un modelo de sociedad y civilización.

La revolución agrícola posibilitó el aumento exponencial del homo sapiens en el planeta: hacia el año 10.000 a.C. la Tierra era el hogar de unos 6,5 millones de cazadores-recolectores, aproximadamente. En el siglo I d.C. solo quedan 1,5 millones sapiens bajo este modelo, mientras habitaban la tierra 250 millones de agricultores.

La nueva dieta agrícola

Ya conocemos el impacto que la Revolución Agrícola tuvo sobre nuestra dieta: Pasamos de una dieta rica en nutrientes y proteínas, que era variada y cambiaba según la ubicación y las estaciones, a una dieta basada en unos pocos cultivos con alta cantidad de almidón.

Pero el impacto de la sociedad agrícola va mucho más allá de los hábitos alimenticios. La Revolución Agrícola transformó nuestra percepción del espacio y del tiempo.

 

La vida entre muros

Los cazadores-recolectores vivían en entornos de decenas – o incluso cientos – de kilómetros cuadrados. El hogar era el entorno, que incluía ríos, bosques, colinas y llanuras. El agricultor, al establecerse, propició que su territorio se redujera considerablemente: un pequeño campo o huerto que trabajar, y una estructura de madera, piedra o barro donde hacer la vida doméstica.

Esta estructura, la casa, se convirtió en objeto de un fuerte apego por parte de los hombres, que se separan físicamente de sus vecinos, a menudo mediante el uso de vallas y cercados. A partir de ese momento, el agricultor no puede abandonar sus dominios, por miedo a perder sus cultivos, y comienza a acumular cada vez más bienes difícilmente transportables.

Es el origen social del egocentrismo, la propiedad privada y el miedo a perder “lo propio”.

 

El tiempo es un estado mental

Los cazadores recolectores no pensaban demasiado en el futuro, pues vivían con lo justo: no tenían manera de almacenar alimentos por muchos días, ni de acumular demasiadas posesiones que pudieran acarrear.

El campesino nacido de la Revolución Agrícola tiene siempre en mente el futuro. Su economía se basa en largos meses de cultivo y periodos cortos de cosecha, y vuelta a preocuparse por el año próximo. Además, el agricultor vive en la continua incertidumbre por el futuro: lluvias, sequías, inundaciones, el temor a los “años malos” es una constante en su imaginario.

 

La dieta del miedo

Es cierto que la Revolución Agrícola posibilitó el surgimiento y desarrollo de la política, el arte y la filosofía (también de las guerras).

Pero a nivel individual, el hombre agrícola configuró una visión del mundo determinada por el miedo: miedo al vecino, a perder «su» propiedad y «su» espacio (reducido); miedo también al futuro, a no tener para mañana.

El sapiens recolector vivía en la abundancia. Durante 2 millones de años no pensó que le podía faltar para mañana. Vivía al día, sostenido por su relación simbiótica con la naturaleza. Dedicaba pocas horas a cazar o recolectar el alimento necesario, disfrutaba de muchas horas de descanso a la semana, y tenía tiempo para cultivar ricas relaciones sociales.

El agricultor cultivó una idea: la carencia, la posibilidad no tener. ¿Cuál fue su cosecha?

Una vida dedicada al trabajo para generar excedente para mañana (un excedente, por otra parte, que se quedaban las incipientes élites gobernantes)

Una mentalidad de preocupación por la pérdida, el germen de la ansiedad.

Un estilo de vida encerrado entre 4 paredes.

Y una dieta pobre en nutrientes y basada en una variedad reducida de alimentos inflamatorios: La Dieta del Miedo.

Fuentes:

Harari, Yuval Noah. Sapiens. De animales a dioses: Breve historia de la humanidad. Debate; 1 edición (7 octubre 2015)

Wolf, Robb. La solución paleolítica. Victory Belt Publishing Las Vegas.

Los cazadores recolectores vivían vidas largas y saludables

 

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