Grounding y earthing: descálzate!

03 Feb Grounding y earthing: descálzate!

Descalzos y en pelotas

A estas alturas resulta ya una obviedad, pero a mí me sigue sorprendiendo que la televisión esté llena de realities. Esos programas han conseguido desde hace más de 20 años difuminar del todo los límites entre realidad y ficción. Y desde aquel lejano y primer Gran Hermano de antes del siglo XXI, las propuestas de realities en televisión se han vuelto tan variadas, que al guionista actual no le queda más remedio que exprimirse las neuronas en la constante búsqueda de algo nuevo que ofrecer al público.

Uno de esos programas pretende mostrar la capacidad de adaptación del ser humano. Con este objetivo, personas anónimas con tiempo libre y mucha disposición son colocadas en plena naturaleza, donde deberán aprender por su cuenta a sobrevivir durante algunas semanas. El programa cuenta con un supuesto gancho morboso, y es que los protagonistas del mismo, además de sobrevivir, deben hacerlo desnudos. De hecho, el programa, aquí en España, se ha llamado “Aventura en pelotas”. Toda una declaración de intenciones…

Sin embargo, lo que más me llamó la atención no fue lo de las pelotas, sino una escena en la cual los desnudos protagonistas se las tenían que ingeniar para atravesar una zona de la selva plagada de hormigas rabiosas y espinas que se les clavaban en los pies sin piedad, lo cual les impedía llegar a su destino y abandonar definitivamente la jungla. Lo que hicieron entonces fue fabricarse unos rudimentarios zapatos con hojas de palma, gracias a los cuales pudieron finalmente llegar a la meta.

Zapatos, los ladrones de vitalidad

La experiencia que acabo de describir es otro ejemplo más de cómo el invento del zapato ha supuesto una ventaja para la vida práctica del ser humano. Tenemos tan asimilado su uso y disfrute, que cuando por alguna circunstancia nos vemos obligados a andar sin ellos, lo sufrimos.

Sin embargo, salvo en bodas, bautizos y comuniones, no somos conscientes de cuánto sufrimos cuando los llevamos puestos. Y es que los zapatos nos enferman, aunque no lo creas. Muy por encima de todas las virtudes que la tecnología haya podido aplicar a nuestros pies, lo realmente cierto es que éstos están diseñados para pisar la tierra descalzos. La planta de los pies, lo mismo que la de las manos, está llena de sensores. Existen cerca de 8.400 terminaciones nerviosas por centímetro cuadrado en la superficie de las plantas de los pies, que son muchas más en comparación con otras partes del cuerpo.

En particular, nuestros pies están especialmente diseñados para recoger una sustancia vital: los electrones.

Los electrones son partículas subatómicas muy útiles para recuperar y mantener la salud de nuestro organismo. Mientras que la comida procesada, el wifi o las pantallas azules nos quitan electrones, la comida real los repone en nuestro cuerpo. Y los electrones son necesarios para que nuestras mitocondrias generen energía. Pero resulta que hay una fuente de electrones mucho más barata y accesible, la más grande que existe: la superficie de la Tierra.

De acuerdo con la geofísica, este surtidor de energía ilimitada que es el suelo se repone gracias a los rayos del sol, que la cargan de energía constantemente, y que pasan a nuestro cuerpo cuando caminamos descalzos, para igualar nuestro potencial eléctrico con el del planeta.

Andar descalzos: cosa de hippies y también de científicos

Igual te parece un gesto banal y de poca importancia, pero como señalan los Stro: “no cometas el error de subestimar esta información o tacharla de pseudociencia. El médico receta pastillas, no pisar descalzo la tierra. Esto hace que mucha gente piense que la recolección de electrones no tiene efectos sobre la salud, pero la literatura científica afirma lo contrario.”

Los beneficios de pisar descalzos la tierra son numerosos, y si no los conoces, no significa en ningún caso que sean “cosa de ficción”, sino todo lo contrario: pisar la tierra es beneficioso según multitud de estudios en humanos. Lo llaman Earthing o Grounding, y aquí te cuento algunas de sus virtudes:

En primer lugar, el grounding aumenta el flujo sanguíneo, y con ello el aporte de oxígeno a nuestras mitocondrias. Es decir, que caminar descalzo recarga energía en forma de electrones, esa misma energía que te roban el wifi o los teléfonos móviles, en forma de electrones, oxígeno y agua (sí, el uso del móvil deshidrata).

El zapato es un símbolo perfecto de nuestra desconexión de la naturaleza, porque literalmente corta la comunicación con la tierra. Por contra, recuperar la conexión de nuestros pies con el suelo de nuestro planeta nos protege frente a las frecuencias electromagnéticas artificiales. Además de esto, caminar descalzo nos desinflama, disminuye e incluso elimina los dolores crónicos, regula el cortisol y mejora nuestro estado de ánimo, y por supuesto, actúa como sincronizador de los ritmos circadianos.

Mejora el sueño, acelera los procesos curativos, alivia las tensiones musculares, las migrañas, aumenta los niveles generales de energía y acelera la recuperación tras el ejercicio.

¿Todo esto solamente por andar descalzo? Te lo prometo. Está comprobado. Si no sabías nada de este tema antes de leernos, pregúntate si casualmente no estará relacionado con el hecho de que caminar descalzo es una actividad que no se puede patentar.

¿Dónde voy sin zapatos?

No todo vale para recolectar electrones. El suelo que pisas no siempre es el mismo. Existen superficies idóneas para recolectar electrones. La playa, por supuesto, que además aumenta su efecto si sumerges parte de tu cuerpo en el mar lleno de minerales. Pero también la hierba, la tierra y el hormigón o el asfalto (sí, el asfalto también sirve, más aún con los pies mojados).

Por contra, la madera, los suelos sintéticos y el calzado moderno con suelas de plástico o goma no sirven.

La recomendación Avocados de esta semana, naturalmente, es caminar descalzo, al menos 30 minutos diarios, y beneficiarse de recuperar el contacto con la Tierra que nos sostiene.

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Fuentes:

Carlos y Ricardo Stro. Supervivir. Grijalbo (10 noviembre 2022)

Yolanda Santiuste Blázquez. Reset, encuentra tu salud. Línea Alba.

Gaetán Chevalier et al. the Human Body Reduces Blood Viscosity—a Major Factor in Cardiovascular Disease

James L Oschman et al. The effects of grounding (earthing) on inflammation, the immune response, wound healing, and prevention and treatment of chronic inflammatory and autoimmune diseases

Erich Muller et al. Effectiveness of Grounded Sleeping on Recovery After Intensive Eccentric Muscle Loading.

Maurice  Ghaly et al. The biologic effects of grounding the human body during sleep as measured by cortisol levels and subjective reporting of sleep, pain, and stress.